El jueves 4 de junio de 2020, los socios de APRI tuvieron la oportunidad de hablar con Mario Garcés, diputado del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y portavoz adjunto en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica constituida como respuesta institucional, y consensuada por todos los grupos parlamentarios, durante la crisis del COVID-19 en el país.

El diputado habló sobre el funcionamiento y puesta en marcha de esta Comisión en el Congreso para hacer frente a los problemas estructurales que ha dejado la crisis COVID19, que en palabras de Mario Garcés, no se puede comparar con momentos históricos como la Gran Depresión o la situación social durante la gripe española; ni siquiera con la Guerra Civil que no llegó a experimentar la caída del PIB que hemos visto en los últimos meses. Para el diputado popular la composición y funcionamiento de la Comisión de Reconstrucción en el Congreso es de una importancia absoluta.

¿Se llegará finalmente a un acuerdo en esta Comisión? Mario Garcés así lo espera, habiendo superado las grandes distancias de los distintos grupos políticos. Piensa que se conseguirá un consenso claro en el ámbito europeo, y que una de las principales dificultades para el desarrollo de la Comisión es que cada semana se aprueban nuevos decretos de ley.

Tras la intervención del diputado, los socios de APRI le han planteado diversas preguntas e inquietudes como si habrá Presupuestos Generales del Estado y cuándo terminará esta crisis. Garcés cree que no habrá presupuestos para 2021 ya que están muy condicionados a la resolución europea sobre la financiación, en la que seguramente se exigirían ajustes presupuestarios al Gobierno. Por otro lado, ha asegurado que nadie sabe cuándo terminará esta crisis y de qué manera, ya que hay demasiados factores que entran en juego.

Sobre Mario Garcés

Mario Garcés es portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso que se acaba de crear con motivo de la crisis. Además de un reputado jurista y escritor. Interventor y Auditor del Estado y Inspector de Hacienda del Estado. También Académico de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia. Ha sido Consejero de Hacienda y de Administración Pública del Gobierno de Aragón, Subsecretario del Ministerio de Fomento y Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Actualmente es Portavoz Adjunto del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputado y se ocupa de la coordinación de los asuntos económicos del Grupo Parlamentario. Además, es Vicepresidente de la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en el Congreso de los Diputados.

Sobre los Lobby Talks

Sesiones exclusivas para  socios de APRI en las que poder conocer de primera mano la opinión de expertos sobre las políticas públicas y estrategias de lobby de nuestro país.

Felipe Medina, secretario general técnico de ASEDAS y socio de APRI

La crisis del coronavirus ha supuesto un reto sin precedentes para el sector de la distribución alimentaria. Como dicen los empresarios del sector, hemos tenido que cambiar en marcha las piezas de un coche que circulaba a 200 kilómetros por hora para atender las demandas de la sociedad. Dentro del proceso de transformación apresurada al que nos ha obligado la crisis sanitaria, desde ASEDAS hemos visto a las empresas hacer cosas increíbles. Entre ellas, podemos destacar la capacidad de fijar rápidamente nuevos y ambiciosos objetivos; de adaptar con velocidad medidas de protección para clientes y trabajadores y reorganizar la actividad en tiendas y almacenes para hacerlas más seguras; de participar en el trabajo colaborativo llevado a cabo por el conjunto de la cadena agroalimentaria para lograr que España haya sido el país con mayor seguridad logística; y de mantener constantemente informados a trabajadores y clientes.

Especialmente en los primeros momentos de la crisis, todo ello se ha hecho en un clima marcado por la incertidumbre y por la falta de precedentes. Pero las empresas de distribución alimentaria han conseguido responder a las necesidades de una población sometida a una gran presión y, en muchas ocasiones, anticiparse a ellas. En este entorno, la gestión de las relaciones institucionales y el trabajo coordinado y compartido con las empresas de ASEDAS ha jugado un papel fundamental para ayudar a tomar decisiones y afrontar esta crisis sin precedentes. Las líneas de comunicación que se han mantenido abiertas desde el primer momento han tenido tres grandes ejes: el institucional, el internacional y el sectorial.

En lo referente al institucional, ante una situación inédita desde todos los puntos de vista, incluido el legislativo, el constante diálogo con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, así como con las Consejerías de Comercio de las Comunidades Autónomas, nos ha permitido trasladar a las autoridades las necesidades concretas del sector y tomar nota de la manera en que mejor podíamos ayudar en estos momentos tan difíciles. La redacción de las guías de comercio, que se han convertido en un documento fundamental para poder funcionar como sector, han sido fruto de un diálogo enriquecedor para todos y han tenido como resultado que pudiéramos transmitir tranquilidad y confianza a la población desde el primer momento.

La estructura de una organización como ASEDAS, con organizaciones territoriales en todas las Comunidades Autónomas que conocen muy bien las necesidades y características propias de cada región y que mantienen un contacto cercano con las instituciones, se ha demostrado imprescindible para actuar con eficacia en cada territorio, por ejemplo, con iniciativas de ayuda alimentaria o de colaboración con productores locales muy afectados por el cierre del sector horeca, pero también con todas las administraciones locales y las fuerzas y cuerpos de seguridad.

En el marco internacional, el contacto con organizaciones empresariales de países –como Italia- que iniciaron el confinamiento antes que nosotros nos ha sido de gran ayuda tanto para anticipar en lo posible el comportamiento del consumidor y de las autoridades sanitarias para saber qué tipo de medidas de protección se estaban aplicando en el comercio. Gracias a este intercambio, podemos decir que, en ocasiones, nos hemos podido anticipar buenas soluciones a los problemas que vendrían e incluso a la propia legislación española.

La relación con otros actores del sector agroalimentario también ha sido un factor clave para evitar que la alimentación fuera un problema añadido en esta crisis. Ello ha sido posible gracias a la colaboración y al altísimo nivel mostrado por el conjunto de la cadena de valor alimentaria. Productores, cooperativas, industria alimentaria, transportistas y distribución han funcionado como un engranaje totalmente engrasado y han demostrado que el establecimiento de relaciones estables y con bases firmes es el camino a seguir en beneficio de todos, pero sobre todo del consumidor.

Para concluir, en estos días hemos tomado conciencia de que la recuperación no se puede abordar en solitario, sino que la participación de todos los sectores de la economía, de las organizaciones empresariales y sindicales y de las administraciones en todos sus niveles –incluido el europeo- es fundamental recuperar con rapidez la actividad económica de la manera lo más amplia posible. Tras haber ayudado a otros sectores en la vuelta a la actividad durante el proceso de desescalada, ahora es momento de trabajar en el diseño de las medidas necesarias para, desde nuestra experiencia, contribuir a una rápida y eficaz recuperación económica.

Pedro Claver, especialista en Comunicación Institucional y Asuntos Públicos y socio de APRI

Para entender el papel que está desempeñando la farmacia comunitaria en esta emergencia sanitaria, lo primero que hay que hacer es señalar, muy brevemente, su marco legal. Tanto la Ley 16/1997, de 25 de abril, de regulación de servicios de las Oficinas de Farmacia, como la Ley 29/2006 de 27 de julio, de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, definen las farmacias como “establecimientos sanitarios privados de interés público”, que además están sujetos a la planificación sanitaria que establezcan las Comunidades Autónomas. Y, por supuesto, los sucesivos Decretos del Gobierno y Órdenes del Ministerio de Sanidad que han ido regulando el Estado de Alarma han reconocido la condición de la farmacia comunitaria como un establecimiento sanitario esencial. Una normativa y una crisis sanitaria sin precedentes que ha posicionado a la red de 22.071 farmacias en la primera línea de frente. Desde el minuto cero, la Organización Farmacéutica Colegial fue consciente de que una situación excepcional requiere medidas excepcionales. Incluso antes de la declaración del Estado de Alarma, ya se trasladó a las autoridades sanitarias una serie de propuestas con dos claros objetivos: aliviar la tensión y sobrecarga de trabajo de otros recursos del Sistema Nacional de Salud; y garantizar la prestación farmacéutica a toda la población, evitando el mayor número de desplazamientos posibles. Entre las medidas ya implantadas en un importante número de Comunidades Autónomas destacan la entrega de medicamentos a domicilio a personas mayores y colectivas de riesgo; la dispensación en farmacia de medicamentos que hasta este momento los pacientes, normalmente pertenecientes a grupos de riesgo, exclusivamente podían recoger en hospitales; o el reparto de mascarillas a través de la tarjeta sanitaria individual a más de 21 millones de españoles.

En lo social, se han impulsado iniciativas como mascarilla-19, implantada en más de 16.000 farmacias y destinada a prestar ayuda a víctimas de violencia de género y que ha sido exportada a países como Francia, Argentina o Chile; o la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado en la detección de personas pertenecientes a colectivos vulnerables y que han dejado de retirar su medicación habitual, señal de que pueden necesitar ayuda. Pero como lo que no se mide, no se puede mejorar, la Organización Farmacéutica Colegial ha querido conocer la valoración del Papel de la Farmacia en la Crisis del COVID-19 a través de un estudio realizado por GAD-3. Destacaré dos datos: más de 30 millones de españoles fueron a una farmacia durante el primer mes de confinamiento; de los cuales más de 5,5 millones lo hicieron por motivos relacionados con el coronavirus; y un 91,3% de los ciudadanos valora positivamente la actuación de la farmacia en la crisis.

En resumen, se ha demostrado que el modelo español de farmacia ha sido clave en la respuesta sanitaria al coronavirus; que el farmacéutico es el profesional sanitario más accesible; y que ningún ciudadano se ha quedado sin su medicamento, pues incluso en peor momento de la crisis ha estado operativa el 99,8% de la red de farmacias. Pero ahora se trata de mirar al día después. La Organización Farmacéutica Colegial siempre lo hace, pero ahora con más intensidad que nunca. Como recordaban algunos de los mejores profesionales de los Asuntos Públicos que hay en España, el ritmo y alcance de los cambios normativos producidos en los dos últimos meses -y que continuarán durante bastantes más- solo es comparable con lo ocurrido en 1978, cuando se aprobó la Constitución, o en 1986, cuando España ingresó en la Unión Europea. A 17 de mayo según El País ya se habían superado las 209 normas. Simultáneamente, se ha producido un vuelco de la opinión pública respecto a determinados sectores, como el delivery, que han fortalecido su posición; mientras otros que eran auténticos motores de progreso, como el turismo, han entrado en hibernación. Y todo esto en un escenario en el que la disminución de ingresos fiscales y crecimiento del gasto público, antes o después, obligará a importantes ajustes. Estos factores nos indican que los asuntos públicos se han vuelto más importantes que nunca. Se está actuando por la vía de los hechos, y lo que en otras ocasiones hubieran sido decisiones fruto de un amplio debate y un largo trámite parlamentario, se adoptan en pocos días, incluso horas, aunque luego haya que rectificar.

En este contexto conviene adelantarse a los acontecimientos y tener un relato construido. En la profesión farmacéutica se lleva tiempo trabajando. Por un lado, la Organización Farmacéutica Colegial ha elaborado una Estrategia de la Farmacia durante el desescalado, integrada por 24 propuestas concretas, que recogen las inquietudes de las más importantes organizaciones de pacientes con las que se han mantenido encuentros, y que nuevamente se trasladó a las autoridades sanitarias. Por otro, hay que estar muy atento a la actividad de la Comisión de Reconstrucción del Congreso, y a otros organismos decisorios y reguladores. Y es que una de las asignaturas pendientes es la reconstrucción de nuestro Sistema Nacional de Salud. Se están fijando las reglas del juego para todo el sector sanitario para los próximos años. En consecuencia, es momento de poner en valor todo lo que la Farmacia aporta al Sistema Nacional de Salud en términos de salud y bienestar, pero también en términos de sostenibilidad, y sin olvidar su importante y creciente función social.  

Aquí es donde, a partir de ahora, hay que concentrar los esfuerzos, a través de  un discurso tan realista como sincero, y siempre marcado por una actitud constructiva, sabiendo que el futuro será muy diferente, y teniendo siempre muy presente la teoría de Darwin: “las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.

Las situaciones especiales requieren medidas especiales. Por lo tanto, la federación europea de asociaciones nacionales de los asuntos públicos (Public Affairs Community of Europe – PACE-) celebró el pasado 15 de mayo de 2020 su 10º aniversario en formato online. De este modo, la Junta Directiva de PACE – compuesta por APRI, España (María Rosa Rotondo), APAA, República Checa (Vaclav Nekvapil), de’ge’pol, Alemania (Dominik Meier), Il Chiostro, Italia (Maria Grazia Persico), y RLRA, Rumania (Laura Florea) – decidió mantener el componente esencial de su estructura durante 10 años: el intercambio anual de experiencias entre miembros de la asociación para beneficiarse de las diferentes perspectivas profesionales en Europa en tiempos de crisis.

21 participantes de las 12 asociaciones que forman parte de PACE, al igual que los miembros asociados que están actualmente creando sus asociaciones nacionales, se reunieron en la Asamblea General para revisar las actividades del último año como el rediseño de la pagina web de PACE o la estrategia de desarrollo de la plataforma europea.

También tuvieron la ocasión de dar la bienvenida a un nuevo miembro a la plataforma procedente de la asociación inglesa de asuntos públicos PRCA Public Affairs Board. En palabras de la presidenta del PACE, María Rosa Rotondo: “estoy increíblemente orgullosa de la comunidad que hemos creado en los últimos 10 años. Por primera vez, los profesionales de asuntos públicos de la mayoría de los países europeos están juntos ayudando a redefinir nuestra profesión de una manera responsable, ética y positiva. Continuaremos trabajando para hacer visible la contribución de nuestros profesionales en la cadena de valor democrática en toda Europa.”

Tras la Asamblea General se celebró un webinar con la participación de 45 lobistas europeos que lideraron la primera discusión a nivel europeo sobre las consecuencias de la pandemia actual del Covid-19 en el sector, mostraron su perspectiva sobre futuras actividades del PACE y reforzaron la cooperación entre Europa y África en los próximos años. Como novedad, la asociación sudafricana de asuntos públicos se unió en esta ocasión al debate.

La conferencia de PACE de 2020 ha remarcado claramente el propósito central de PACE, que ha ido perfilado su visión durante 10 años. Incluso con diferentes contextos nacionales, los profesionales de los asuntos públicos a lo largo de Europa comparten una percepción similar de las situaciones globalizadas y pueden promover mediante intercambios regulares, enfoques para la unificación de una misma voz en el sector de los asuntos públicos. “PACE fue fundada hace 10 años en Roma para crear un marco común de asociaciones nacionales de profesionales de los asuntos públicos. Su propósito es mejorar la cultura y la práctica de un lobby más regulado y transparente entre todos los países europeos, compartiendo experiencias y aportando cualquier esfuerzo posible para incrementar la percepción correcta del lobby como pilar fundamental de democracia para una mejor calidad en las decisiones públicas. Mirando al futuro, PACE se convertirá también en el interlocutor de la comunidad paneuropea y de las instituciones internacionales, debido a su experiencia y su conjunto de valores” remarcó Giuseppe Mazzei, Presidente Honorífico de PACE y uno de los miembros impulsores del PACE.

Finalmente, el éxito del primer evento de PACE digital demuestran que los medios digitales seguirán fomentando la cooperación de la comunidad en el futuro. Sin embargo, como acordaron los participantes, la clave de una comunidad exitosa es y seguirá siendo el aporte activo de su comunidad- incluso en el mundo analógico.

Sobre PACE

PACE es la federación de asociaciones de asuntos públicos y lobby de Europa. Con miembros por todo el continente europeo, el propósito del PACE es crear un marco común para el sector de los asuntos públicos europeos. PACE fue impulsada por Il Chiostro (Italia) y APRI (España) en mayo de 2011 como plataforma para las asociaciones nacionales del sector. Tras sucesivos encuentros anuales en diferentes capitales europeas, en 2018 PACE dio un paso adelante y logró la denominación de asociación como un aisbl (organización internacional sin ánimo de lucro) en Bruselas para establecer las raíces de una voz más clara en la industria de los asuntos públicos. Actualmente, PACE cuenta con 10 miembros y 2 asociados.

Consultor del sector agroalimentario en el Unión europea y socio de APRI

Mucha información está circulando sobre los efectos económicos macro de la pandemia.

En estas notas quisiera tomar distancia sobre lo inmediato y compartir algunas reflexiones – acertadas o no, y desde luego incompletas – sobre lo que puede venir más adelante. Es evidente que ya nada será lo que es, asi que voy a intentar poner luz en algunas cuestiones y siempre desde una perspectiva positiva, porque creo que si somos inteligentes, podremos aprender de los errores y construir algo mejor. Algunos pensarán incluso que soy demasiado positivo, pero no olvidemos que “ el optimismo genera riqueza”…

Todo lo que sigue es fruto de la reflexión sobre el fondo de los acontecimientos que estamos viviendo, siguiendo el método mas simple de gestión de crisis que alguna vez en mi vida profesional me ha tocado vivir : documentarlo todo, y una vez pasada, sentarse a reflexionar que debemos mejorar, y como hacerlo.

1 TENDREMOS RAZONES PARA FORTALECER EL MULTILATERALISMO

Hasta hace pocos años, las Organizaciones internacionales cumplían mal que bien su rol de colaboración y coordinación de los países en temas de interés global, e incluso se avanzaba en el desarrollo de marcos comunes de actuación: la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de la Salud,…El nuevo escenario en el que nos encontramos se basa en la primacía de dos grandes potencias , Estados Unidos y China.

Cuando surge la pandemia nos damos cuenta que la OMC está paralizada porque los Estados Unidos la han bloqueado, y es ahora más que nunca cuando necesitamos que los países no pongan trabas innecesarias al comercio,…Dicho sea de paso, la guerra comercial en la que se han enfrascado no hace sino agravar la situación de sus economías porque las importaciones son mucho más caras con los aranceles compensatorios impuestos, lo que no ayuda a generar valor, encarece las importaciones y daña a sectores específicos de sus economías.

Otro tanto pasa con la OMS,…un organismo internacional critico en la situación actual pero que no tiene competencias para ordenar de manera global la respuesta al coronavirus, y simplemente puede hacer seguimiento, intercambio de buenas prácticas, estudios, coordinar la investigación,…

Primera lección. La economía global necesita de organismos internacionales fuertes, en los que todos los países estén representados en función de su peso, y que puedan coordinar y orientar respuestas globales a problemas globales. Esta desiderata incluye por cierto que sean más transparentes y tengan control político.

2. LA GLOBALIZACION HA DEJADO AL AIRE SUS DEBILIDADES    

No creo que la globalización haya fallado como algunos apuntan, creo simplemente que ha sacado a la luz sus fragilidades. La globalización ha sido durante mucho tiempo sinónimo de crecimiento, y ha permitido crear cadenas de valor globales en las que la especialización ha llevado a mejorar la eficiencia y creación de valor.

Pero también ha creado un complejo entramado de interdependencias con un alto grado de especialización que a veces hace difícil la sustitución. Cuando el sistema se tensiona como es el caso en el material médico por ejemplo o en el sector del automóvil por poner otro caso, nos lleva a situaciones en algunos casos dramáticas. La producción mundial de este último trimestre de ordenadores portátiles ha descendido un 50%, y la de smartphones un 15.

Y esta es su fragilidad. Hace años que los stocks desaparecieron de los almacenes o se redujeron al mínimo, y ahora debemos afrontar una tensión mundial bajo el principio del just in time…

Seguro que estos acontecimientos han de servirnos para profundizar en la coordinación de las cadenas de valor – controlar hasta los proveedores del ultimo nivel-, pero sobre todo, para buscar alternativas – quizás no tan lejanas- , que aseguren el funcionamiento de industria y servicios.

3 DEMOS LA BIENVENIDA YA A LA GEOPOLITICA Y LA GEOCONOMIA

Del comentario anterior podemos sacar también conclusiones políticas: Estados Unidos ha perdido ventaja en el liderazgo mundial. Mientras ellos están en la antesala de la pandemia, China ya se está recuperando y empieza a abrir fabricas, centros comerciales,…a reactivar su economía. Han perdido semanas cruciales con el “Kung – Flu” como se ha llegado a llamar al coronavirus en Estados Unidos, y ahora China les lleva una ventaja crucial.

El liderazgo global no se ejerce hoy con armas sino con tecnología, intereses económicos y financieros, innovación, avanzándose a los acontecimientos… precisamente la definición de la geoeconomia: “ la guerra por otros medios”. 

O como dijo Benjamin Constant ,filósofo y político franco-suizo del siglo VXII, “ la guerra y el comercio son dos formas diferentes de llegar a lo mismo, que es la posesiones de lo deseado”.

Y ojo, esto implica directamente a las empresas y sus cuentas de resultado, por si alguien no se había dado cuenta aún.

4 EUROPA

Es verdad que Europa ha llegado con cierto retraso, pero no tanto como algunos plantean. Las competencias de la Unión son las que son – las que le han dado los estados miembro ,más concretamente -, así que poco más de lo que se está haciendo en materia de salud se puede hacer si no tiene competencias plenas en la materia…

En el resto de asuntos, ya ha dicho que “hará todo lo que sea necesario” para salir de la crisis y ya está preparando medidas de choque y diseñando un nuevo presupuesto y políticas de reactivacion para la salida.

El gran problema está por un lado en que los Estados miembros miran más a lo que pasa en sus países que a construir respuestas comunes a un problema común, y que la crisis nos ha cogido con una Unión económica y Monetaria a medio construir…

Vienen momentos inciertos, pero precisamente por esta razón Europa tiene que actuar en común y buscar soluciones comunes. Hoy más que nunca es verdad que la solución de Europa es más Europa. Y a los críticos o escépticos les preguntaría que sería de España, hoy, fuera de la UE…Mejor ni imaginarlo.

5. LA SEGURIDAD EN EL PRIMER PLANO,Y EN DOS VERTIENTES.

Muchas empresas contaban hace tiempo con manuales de crisis (básicamente de reputación) y planes de contingencias, sobre todo las grandes compañías. Pero muchísimas otras no. Es más, incluso en las que todo estuviera procedimentado, me cuesta creer que hubieran previsto una pandemia con los efectos de esta.

Si el ámbito de la seguridad en las empresas era un área estratégica que crecía en los últimos años ( ciberseguridad, terrorismo,…), todo indica que lo será más en los próximos años, ampliando su campo de acción y entrando en el core estratégico de las empresas. Al tiempo.

Pero la seguridad tiene otra vertiente socioeconomica importante, y es su contrapunto con la libertad.  En estos momentos de crisis, muchos gobiernos han tomado medidas drásticas de confinamiento, recorte de libertades, geolocalización,.. No digo que no estén justificadas, pero no podemos olvidar que nos basamos en un modelo de economía liberal y democrática en el que la actividad empresarial en libre concurrencia y la libre iniciativa son imprescindibles. Cualquier retroceso debe vigilarse, porque nos va en ello la ciudadanía y la actividad económica.

6 ¿LA SOSTENIBILIDAD RELEGADA ?

Hasta hace pocas semanas, en Europa solo se hablaba de liderar la lucha mundial contra el cambio climático y la sostenibilidad de la economía. Ahora, evidentemente, las prioridades se han trastocado y los lideres están en otro empeño. Algunos han querido pensar que todo esto se iba al traste y cuando venga la normalidad Europa dejara de lado estas “ocurrencias”. Nada más lejos de la realidad.

La Comisión Europea ya ha dicho públicamente que los planes siguen adelante, y creo que con toda la razón. Hemos visto como los niveles de emisiones han bajado drásticamente en todo el mundo en estas últimas semanas – y por cierto, las vacas siguen emitiendo metano,…no serán tan malas…- , pero no podemos volver – en el caso en que pudiéramos- a recuperar los niveles anteriores. Es más, seguro que areas como  las energías limpias, las infraestructuras y ciudades inteligentes, el transporte y la salud estarán en el corazón de la recuperación y serán estratégicas,aportando nuevas posibilidades de negocio. La sostenibilidad lo condicionará todo.

7 LA TECNOLOGÍA

Otro área que habrá de coger un impulso mayor en nuestras economías. El encierro obligatorio ha hecho de la necesidad virtud con el teletrabajo, se han  impulsado las ventas por e –commerce y los envios a domicilio, …esto en lo mas cercano. Pero tecnologías como la inteligencia artificial , la analitica de datos, blockchain y otras estan creciendo y han recibido un espaldarazo definitivo en la economía y la sociedad.

8 LA RACIONALIDAD ADMINISTRATIVA

Como apuntaba al inicio, a nivel global uno de los problemas que estamos observando es la falta de coordinación internacional, y que las estructuras existentes tampoco actúan en favor de las respuestas consensuadas. Hablaba de la OMS, OMC ,…pero lo mismo ocurre en el Banco Mundial o el FMI, e incluso en el G-20 ( que por cierto, se creó para dar cabida a potencias económicas que no encontraban su sitio en los anteriores organismos y en Naciones Unidas, todavía regidos por el esquema que surgió después de la segunda guerra mundial…).

Pero el problema es el mismo a nivel de la Unión Europea, e incluso en España. La superposición de poderes y niveles administrativos no juega a favor de la correcta gestión de cualquier crisis, y en este caso hemos visto además que hay determinados aspectos de la sociedad que requieren unidad de acción  y orden jerárquico – nada que ver con el abuso de poder-.   

Seguro que a la velocidad a la que se suceden los acontecimientos, otros fenómenos surgirán y aparecerán tanto peligros como oportunidades. Muchas cosas habrán de cambiar tal y como las conocemos, y no me cabe duda ; pero lo importante es que seamos capaces de aprender las lecciones que este momento historico  nos esta brindando, y luego “ pasarlas a limpio” siempre  para mejorar.              

El pasado jueves día 13, APRI participó en el webinar organizado por Deusto Business School en el que se expuso el valor de los Asuntos Públicos en tiempos de Covid-19. En la mesa moderada por Juan Moscoso e Iñaki Ortega, de la Universidad de Deusto, participaron profesionales del sector como Carmen Mateo, presidenta de Cariotipo, José Luis Ayllon, director de Contexto Político de Llorente y Cuenca, Asunción Soriano, CEO de Atrevia, y María Rosa Rotondo, presidenta de APRI y socia directora de Political Intelligence. En el debate se puso en contexto la industria del lobby y de los Asuntos Públicos en España y de las prácticas a seguir para su buen funcionamiento. Se remarcaron los valores de transparencia y profesionalidad como claves para la buena comunicación entre las administraciones democráticas y el sector privado. Sin embargo, el estallido de la pandemia Covid-19 ha trastocado el contexto original y ha impuesto desafíos para los profesionales del lobby creando un futuro incierto enmarcado por un colapso judicial, una inflación normativa y una fragilidad institucional.

Es por eso que en tiempos de Covid-19 los Asuntos Públicos son más relevantes que nunca pero también más complejos. Es esencial reforzar así las capacidades de análisis, establecer un nuevo marco de prioridades y aprovechar las oportunidades de una disciplina en ebullición. Son tiempos de profesionales de Asuntos Públicos y lobistas que permitan gestionar ya no solo los intereses de las empresas sino también la incertidumbre generada por el contexto actual. No obstante, insistiendo siempre en la importancia de la regulación, la transparencia y la profesionalidad.

Óscar Méndez Martínez, Director de Relaciones Institucionales y Corporativas de Moore y socio de APRI

El  ámbito del negocio internacional, al igual que el resto de las actividades económicas nacionales, se ha visto y se verá afectado durante y después del COVI-19. A este COVID-19 se une que ya veníamos asistiendo, desde hace un tiempo a las grandes tensiones geopolíticas y comerciales que provocaban USA-CHINA  y la incertidumbre del Brexit.

Algo que llevamos notando con un mayor número de clientes es que nos venían demandando desde hace tiempo, el realizar reuniones de trabajo con distintas embajadas, embajadores y personal de las mismas. Para conocer de primera mano y  facilitar la oportunidad de inversión en países de la zona euro, tanto para abrir nuevos mercados en la mayoría de las ocasiones para la fabricación, compra de productos de países del norte y Europa oriental. Teniendo opción de transporte terrestre, acortando los tiempos y costes en la recepción de las mercancías, evitando tener grandes cantidades en stock, y aprovechando los benéficos que tiene el comercio en la zona euro, como no teniendo aranceles.

Las empresas tiene que operar en un contexto de gran incertidumbre internacional, sometido a fuertes cambios geopolíticos, regulatorios y jurídicos. A medida que vayamos superando la pandemia será importante ver cómo reaccionarán nuestros clientes, (Estados, instituciones, empresas y consumidores) ante el nuevo escenario.  Hemos tenido que cambiar la forma en que hablamos y nos comunicamos con nuestros clientes, en la forma de ofrecer nuestros servicios, a través mediante video conferencias con diferentes plataformas como Zoom, Teams o WhatsApp,.

Imaginar que va a pasar en el comercio exterior, en la política de internacionalización de las empresas, en lo flujos transnacionales de bienes y servicios cuando estamos inmersos en una cuarentena,  los poderes públicos han decidido interrumpir la actividad económica por razones sanitarias  a nivel mundial, me parece tarea presuntuosa y difícil.

Un acuerdo transversal sobre las medidas necesarias para salir de la crisis, sería algo verdaderamente deseable, pero pensamos que es poco probable.

Es innegable que el sector económico mundial se va a ralentizar, al igual que el comercio internacional. No obstante en el caso de España el sector exterior será fundamental, para superar los efectos creados por la pandemia, como lo fue en la crisis del 2008.

En esta nueva forma de internacionalizarse, las empresas españolas se reinventarán y deberán prestar atención a mayores y quizás diferentes acuerdos de cooperación en los países de destino, alianzas estratégicas en ambos sentidos, logísticas de transporte con valor añadido adicional al manejado hasta el momento y creo que también se abre una nueva ventana de oportunidad para la inversión directa en el exterior donde se mantiene el “Knowhow”, la innovación yse busque atender a la demanda en destino con un enfoque “multicanal”.

Rita Gasalla, Arquitecta, CEO y Socia de Galöw, empresa española pionera en el concepto de Arquitectura Saludable y socia de APRI

Gran parte de los edificios existentes son enfermantes en mayor o menor medida. Los espacios que afectan la salud y el bienestar de las personas han sido un tema de salud pública desde que, en los años 80, la Organización Mundial de la Salud identificara el Síndrome del Edificio Enfermo. Con el avance de la ciencia y la arquitectura, la comprensión de estas afecciones se ha profundizado y continúa, ahora más que nunca, en evolución.

Ahora sabemos, gracias a eso, que gran parte de los materiales de construcción de uso habitual emiten sustancias tóxicas al ambiente. Se trata de compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros químicos, que en muchos casos deterioran, entre otros, el aparato respiratorio de los seres humanos. Algo que en tiempos del SARS-CoV-2 ocupa la atención de equipos científicos y médicos de todo el mundo. Algunos de ellos, han ya demostrado que la contaminación juega un papel determinante el grado de complicaciones de los pacientes que contraen el Covid19. También se han venido estudiando cuidadosamente las vías de contagio y entre las conclusiones más impactantes, se encuentra el hecho de que el virus se puede transmitir en el aire, especialmente en espacios cerrados y con poca ventilación.

Estos hallazgos y los que aún están por publicarse, han reforzado un planteamiento que un puñado de arquitectos en el mundo -me incluyo entre ellos- hemos venido defendiendo desde hace décadas: la arquitectura tiene que ser saludable. No solo sostenible, funcional o estéticamente interesante.

Los arquitectos tenemos la responsabilidad y la oportunidad de contribuir a mejorar los niveles de bienestar y las condiciones de salud de las personas. ¿Cómo? A través de un adecuado tratamiento del aire, el agua, la iluminación, la distribución del espacio, el confort térmico, el confort acústico, la toxicidad de los materiales y la consideración, siempre relevante, de que los edificios son escenarios para el desarrollo social.

Si hace cuatro meses hubiera escrito este artículo, me habría tenido que referir a infinidad de estudios, casos y ejemplos para respaldar esa tesis, que la pandemia ha puesto sobre la mesa de forma contundente. El confinamiento circunscribió nuestro día a día a los hogares y convirtió dinámicas como el teletrabajo en necesidad, lo que puso de relieve las limitaciones y la relevancia de los espacios en los que tenemos que vivir y trabajar. Es claro que los protocolos de distanciamiento y las medidas de higiene que Sanidad ha determinado son un mínimo necesario, sin embargo, no son suficientes. Deben tomarse medidas arquitectónicas, como el rediseño y redistribución de los espacios para garantizar la distancia social; como la instalación de sistemas que eliminen patógenos (no sólo el Covid-19) activa y pasivamente a través de la ventilación, además de la adecuación de la iluminación, los acabados y el mobiliario.

Estamos presenciando un cambio de paradigma: ahora un edificio de calidad será saludable o no será de calidad. En este sentido, es fundamental crear un consenso alrededor del riesgo que suponen los edificios enfermantes, informar debidamente al respecto y definir los nuevos estándares de salud y bienestar que deberán cumplir las edificaciones en general. 

Además de los negocios y comercios, que ya han visualizado la necesidad de adaptarse a este nuevo contexto, es previsible también que los espacios de trabajo que cuenten con altos estándares en salud y bienestar atraigan, fidelicen y comprometan al talento, o que los gobiernos que aborden estructuralmente la contención de las crisis -entendiendo el papel de las edificaciones en la prevención- estarán mejor preparados para situaciones como la que hemos vivido.

Se trata de una conversación urgente en la que el sector privado, las instituciones públicas y la ciudadanía deben coincidir para crear conjuntamente protocolos homogéneos, políticas públicas y directrices empresariales. El miedo paraliza y en estos momentos la coordinación entre los distintos actores sociales es fundamental para que nuestras actividades puedan continuar y se desarrollen en un ambiente de confianza. 

Tenemos la responsabilidad colectiva de romper la cadena de transmisión de enfermedades contagiosas, de recuperar nuestras actividades económicas sin poner en riesgo la vida y de actuar a la altura de las circunstancias: con esa unidad que las relaciones institucionales son capaces de forjar.

La arquitectura es una forma de expresar lo que queremos como sociedad para nosotros mismos. A través de ella no solo nos preguntamos qué espacios nos imaginamos, sino qué dinámicas queremos que existan en ellos. Y más allá todavía, qué realidad queremos configurar para nuestras futuras generaciones. Esta pandemia nos ha traído la posibilidad de cambiar un paradigma: los edificios importan y ahora más que nunca necesitamos que sean un refugio saludable.