Javier Corrales Director de Government Affairs y Public Policy en Kiatt Group y Coordinador del Grupo APRI Sostenibilidad
Los negociadores de casi 200 países cerraron un acuerdo que pretende mantener vivo el Acuerdo de París.
El 12 de noviembre finalizó en Glasgow la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-26), que bajo el lema “Uniendo al mundo para hacer frente al cambio climático” reunió a representantes de más de 200 gobiernos de todo el mundo.
Los acuerdos más significativos de la Cumbre
Independientemente de las polémicas imágenes de algún presidente dormido y de las críticas por los viajes en coches y aviones contaminantes desde todos los rincones del planeta, lo cierto es que durante la convención se trataron asuntos de máxima trascendencia. Estas son los 5 acuerdos más significativos de la COP-26.
- Declaración Conjunta China – EE.UU. La declaración reconoce que los esfuerzos actuales son insuficientes, por lo que se comprometen a mantener el aumento de la temperatura media de la superficie de la Tierra «muy por debajo» de 2℃, e idealmente no más de 1,5℃, en comparación con los niveles preindustriales”, que coincide con el objetivo fijado en la COP de París hace seis años. El pacto es clave para preservar la confianza de los inversores privados que financiarán la mayor parte de la descarbonización.
- Emisiones de metano. Más de 100 países suscribieron el compromiso mundial que pretende frenar sus emisiones de metano en un 30% para 2030. Las investigaciones parecen evidenciar que esta reducción podría reducir hasta 0,5°C la temperatura global en 2100.
- Carbón y combustibles fósiles. Se llegó a un acuerdo para “acelerar los esfuerzos para la reducción progresiva de la energía del carbón» y acelerar la eliminación de «los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles». Es la primera vez que los combustibles fósiles se incluyen explícitamente en un acuerdo climático de la ONU. Esto se suma al acuerdo de eliminar progresivamente el uso del carbón y dejar de financiar nuevos proyectos de combustibles fósiles. Podría ser el principio del fin de los combustibles fósiles.
- El objetivo de cero emisiones de la India. La India tratará de alcanzar las emisiones netas cero para 2070. El compromiso incluye objetivos cuantificables a corto plazo, como la promesa de suministrar el 50% de la energía del país mediante energías renovables y la reducción de las emisiones de carbono previstas en mil millones de toneladas de dióxido de carbono para 2030.
- Fondos para el clima. Más de 450 organizaciones del sector financiero de 45 países sellaron su compromiso de transferir 130 billones de dólares de fondos bajo su control a inversiones en las que el beneficiario se comprometa a lograr emisiones netas nulas para 2050.
Los profesionales de las relaciones institucionales ante los acuerdos de Glasgow
Los responsables de las relaciones institucionales desempeñan un papel clave del proceso democrático: un derecho a poder exponer sus posiciones a los responsables de la toma de decisiones. Y este derecho debe ser protegido. Las Asociaciones Profesionales de las Relaciones Instituciones a nivel global (tal y como hace APRI) velan por difundir y promover una ética profesional basadas en la transparencia, el igual acceso y las buenas prácticas de lobby, alejadas de algunas críticas recurrentes como el tráfico de influencias, los conflictos de intereses y las puertas giratorias.
En el caso de los compromisos alcanzados en la cumbre de la COP26, los responsables de relaciones institucionales han jugado, y jugarán, un papel fundamental para alcanzar los objetivos planteados. Un ejemplo de ello es la promoción de iniciativas como “Science Based Targets initiative” (SBTi), que cuenta con la mayor base de datos mundial de información corporativa sobre cambio climático, cuyos objetivos son la reducción de emisiones acordes con los escenarios de calentamiento de 1,5 °C.
Un total de 52 empresas españolas forman parte de dicha iniciativa y además, en el año 2020, creció de 7 a 16 el número de empresas españolas con la máxima calificación en gestión del cambio climático. Otro dato interesante en este sentido es que España se sitúa en el puesto número 11 a nivel mundial de empresas con objetivos fijados según la CDP (la entidad que coordina la iniciativa SBTi).
Las principales gestoras financieras también han promovido iniciativas como la Net Zero Asset Managers (NZAM), donde más de 200 entidades financieras están comprometidas con el objetivo de cero emisiones netas de GEI para el 2050, apoyando inversiones alineadas con ese fin. Y un 77% de las empresas del Ibex 35 se han comprometido con la disminución de emisiones.
Las cuestiones de financiación de los acuerdos de Glasgow incluyen en gran medida la especificidad de las políticas relacionadas con el clima. ¿Qué tipos de proyectos renovables deben favorecerse y qué incentivos deben adoptarse para promoverlos? ¿Cómo se puede reducir el consumo de energía y qué incentivos son los mejores para promoverlo? ¿Cuáles son las mejores opciones de transporte con bajas emisiones de carbono para un país concreto? ¿Cómo puede la transición energética garantizar el empleo y unos medios de vida dignos? Y, posiblemente la pregunta más importante, ¿cuál debe ser el ritmo y el alcance de la transición ecológica?
El reciente grupo de trabajo impulsado en APRI sobre Sostenibilidad y políticas de ASG deberán trabajar en dar respuesta a todas estas cuestiones, impulsando además iniciativas beneficiosas para el tejido económico nacional, así como velando por garantizar un acceso justo y equitativo a los responsables de la toma de decisiones.
Algunas sombras en el horizonte…
A pesar de los avances y las positivas declaraciones de intenciones, todavía quedan problemas por resolver, y no son pocos. El panorama del G7 no parece halagüeño: Estados Unidos está bloqueado por el Congreso; Alemania aún no tiene gobierno; Francia se enfrenta a una de sus elecciones más inciertas; el Reino Unido, a través de su tesorería, acaba de embarcarse en la austeridad fiscal; el gobierno japonés sólo tiene dos semanas de vida, y el de Canadá no es mucho más antiguo.
Además, si se mantienen los compromisos actuales, las emisiones de carbono aumentarán un 13,7% de aquí a 2030. Por lo tanto, si se quiere limitar el calentamiento global a 1,5ºC para finales de este siglo, el resultado aconsejado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) requiere un esfuerzo mayor. Estamos hablando de que, para cumplir con dicha reducción de calentamiento, sería necesario reducir las emisiones en un 45% para 2030, y llegar a cero a mediados de siglo. Porque, como reza el eslogan, “no tenemos que adaptarnos al cambio, sino crearlo”.