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Borja de la Torre, experto en Relaciones Institucionales en Mapfre y socio de APRI

Hace unos días se conocía que Estados Unidos estaba recomprando, por 4 veces su valor original, pedidos de material sanitario que Francia había encargado a China, dejando así sin suministros de emergencia al país galo. Francia, a su vez, llevaba semanas reteniendo envíos de material sanitario con destino a España e Italia, sólo por el hecho de cruzar territorio francés. Mientras, en el seno de la Unión Europea, una parte de los Estados miembros, con Austria y Países Bajos a la cabeza, se oponían a emitir deuda europea conjunta para ayudar a los países más afectados a superar la crisis del Coronavirus, sin proponer alternativas. Por si fuera poco, instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de Naciones Unidas (ONU) han demostrado una incapacidad notable para articular una respuesta conjunta y obligatoria de sus Estados miembros a lo que finalmente se ha declarado como Pandemia. Estos son los ingredientes de un cóctel explosivo, que puede hacer saltar por los aires cualquier contrato social entre Estados, entre sus ciudadanos y de los unos con los otros, ya se entienda esa relación de arriba hacia abajo o viceversa.

Precisamente este panorama me hace pensar que el profesional de las relaciones institucionales cobra, ahora más que nunca, una importancia crucial, no sólo por su conocimiento de los marcos regulatorios nacionales e internacionales, por su facilidad para tender puentes de entendimiento público-privado o para comunicar los mensajes adecuados en cada momento, sino por su capacidad de contribuir a través de su trabajo y su visión estratégica a anticipar las necesidades de un país, de una región, de una comunidad que va a tener que actuar con la misma celeridad con la que ha caído en la crisis sanitaria si no quiere que el resquebrajamiento del contrato social acabe convirtiéndose en una fractura irreparable.  

Esta crisis que nos deja el COVID19 va a obligar a cambiar los protocolos de acción en numerosos sectores, tanto públicos como privados, empezando por el Sanitario, lógicamente, que tendrá que repensar cómo organizar sus suministros, aprovisionamientos, gestión de personal, gasto presupuestario o coordinación público-privada, y siguiendo por el de la Seguridad, la Previsión social y económica, el e-Commerce o el tan cacareado Teletrabajo, por mencionar algunos de los más evidentes. Las relaciones institucionales tienen una oportunidad de oro para demostrar que esto no va de lobbies, que esto no se trata de hacer prevalecer los intereses de un sector, sino que se puede trabajar codo con codo, entre lo público y lo privado, de manera transversal entre distintos sectores, para que todos tengan una mejor cabida y un mayor encaje en el marco social en el que nos relacionamos a diario y que nuestras sociedades estén mejor preparadas para afrontar cualquier tipo de crisis futura, desde cualquier ámbito –local, autonómico, nacional, europeo e incluso a nivel global– y en cualquier sector.

Si la crisis del Coronavirus ha conseguido que SEAT se ponga a fabricar respiradores para pacientes con insuficiencias respiratorias, que INDITEX haya reorientado parte de su producción a la fabricación de batas y otro tipo de material textil sanitario, o que empresas de cosmética dejen de fabricar cremas y perfumes para producir geles desinfectantes, ¿por qué no se va a poder aprovechar esa capacidad de entendimiento transversal para reordenar y mejorar la forma en la que se relaciona lo público con lo privado y los sectores entre sí?

Solo si conseguimos que la sociedad perciba nuestro trabajo como un valor añadido a sus vidas –y no como una lucha continua de intereses particulares–, solo así conseguiremos que la profesión, entendida como un todo integral, se convierta en uno de los pegamentos sociales más importantes, cuya labor contribuya a mantener la cohesión y el equilibrio social necesarios para reforzar el contrato social y que la solidaridad institucional no se resquebraje, favoreciendo que las organizaciones salgan más reforzadas de esta crisis que tanto nos está enseñando.

El pasado 26 de marzo organizamos nuestro primer Lobby Hour en remoto con Fernando Mugarza y Jesús Diaz del Instituto ProPatients. Durante una hora de coloquio, en el que participaron 18 personas, coincidieron en señalar la necesidad de aumentar la participación de las organizaciones de pacientes en la estrategia y elaboración de políticas públicas, así como en los distintos comités científicos en las Comunidades Autónomas.  Asimismo, pusieron de manifiesto que existe una falta de recursos y consecuente profesionalización de las actividades en muchas organizaciones de pacientes, entre ellas las relaciones institucionales. Por otra parte, intervino Carmen Peña, presidenta del Steering Committe del Instituto ProPatients, quién señaló que el Instituto ProPatients pretende ser un pulmón profesional para dar contenidos a las organizaciones de pacientes de cara a su profesionalización. Además, explicó la función que cumple el Steering Committee del Instituto ProPatients en el que participan personalidades destacadas del sector y expertos de primer nivel del entorno sanitario y sociosanitario. El Lobby Hour concluyó con una debate abierto en el que se habló sobre cómo mejorar la transparencia y profesionalización de las organizaciones de pacientes en la gestión de los asuntos públicos.

Sobre Fernando Mugarza
Presidente del Instituto ProPatients

Doctor en Medicina y Cirugía. Es especialista en Información de la Salud, y en Medicina de la Industria Farmacéutica y Experto Universitario en Responsabilidad Social Empresarial. Actualmente es director de Desarrollo Corporativo y Comunicación de la Fundación IDIS, presidente del Instituto ProPatiens, socio fundador del Communication Experience Institute, profesor de ética de la Universidad Pontificia de Comillas. Ha ocupado posiciones como director de Comunicación, Relaciones Institucionales, Desarrollo Corporativo, Marketing en diversas organizaciones e instituciones. Ha sido creador y director de varias organizaciones en el ámbito de la salud y coautor de 7 libros y varios de artículos publicados en revistas científicas y en medios de comunicación.

Sobre Jesús Diaz
Vice.presidente del Instituto ProPatients

Ha trabajado más de 20 años en la multinacional americana (Abbott) en la Dirección Nacional Ventas. Posteriormente se incorporo como socio al grupo contenidos de salud del El Global, Gaceta Médica, y la Revista Española de Economía de la salud.  Ha sido secretario de la Fundación Fundamed y ha participado en la creación y desarrollo de la Alianza General de Pacientes y en la creación del Observatorio de la Adherencia (OAT), en la que se incorporó como Director General. Desde hace un año, junto con Fernando Mugarza, y Luis de Palacio, ha participado en la creación del Instituto ProPatiens; ocupando la posición de Vicepresidente. Su experiencia se extiende también al terreno de la formación de asociaciones de pacientes, ya que ha participado en la creación de la primera cátedra del paciente a nivel nacional con varias universidades públicas, y en el primer curso nacional de especialista en gestión de asociaciones de pacientes.

Sobre el Lobby Hour

 Los Lobby Hour son un encuentros de networking abiertos a cualquier profesional del sector en los que se cuenta con la ponencia de un invitado de reconocido prestigio por su trayectoria profesional en el campo de los asuntos públicos.