- La Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales (APRI) aprueba unos principios de conducta de obligado cumplimiento para todos sus miembros.
- Los siete puntos del Código de Conducta fomentan la transparencia, la profesionalización y la confianza en el trabajo de los lobbystasespañoles.
Madrid, 1 de junio de 2011. La Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales (APRI) da a conocer la creación de su propio Código de Conducta, un conjunto de siete principios de obligado cumplimiento para todos sus miembros en su relación con los representantes de los poderes públicos.
Siguiendo la senda marcada por sus colegas europeos profesionales del lobby, que recientemente han logrado la aprobación por parte del Parlamento Europeo de un registro conjunto para los lobbies y otros grupos de interés que quieran acceder a la Eurocámara o la Comisión Europea.
Así, APRI promueve la aprobación por el Parlamento de normas para el ejercicio de las relaciones institucionales en España y, en tanto ésta se produce, sus socios se comprometen a cumplir el Código de Conducta del Parlamento Europeo, para garantizar la necesaria trasparencia y dar más garantías de profesionalidad a sus interlocutores.
“Creemos en la necesidad de contar con unos principios básicos que definan la manera de realizar nuestro trabajo”, explica María Rosa Rotondo, presidenta de APRI. “Es positivo para los propios profesionales de esta disciplina, para los representantes de las administraciones públicas, y para la sociedad en general, que verá nuestro trabajo de forma transparente y absolutamente profesionalizada. En APRI creemos en la labor que realizamos y, así, queremos diferenciarnos de quienes no se comprometen con un estricto código de conducta”.
Siete principios en favor de la transparencia
Todos los profesionales que quieran formar parte de APRI, principal organización española de profesionales de las Relaciones Institucionales, deberán firmar estos siete principios, que configuran el Código de Conducta que impulsa la Asociación, y que sus socios actuales ya han firmado:
- Identificarse con su nombre o con el de la entidad para la que prestan servicios.
- No falsear la información y los datos aportados al registro con el fin de obtener la acreditación.
- Declarar el interés que defienden y, en su caso, el nombre de las empresas u organizaciones a las que representan.
- Asegurarse, en la medida de lo posible según su conocimiento, de que la información que aportan es neutra, completa, actualizada y no engañosa.
- No obtener ni tratar de obtener información o decisiones de manera deshonesta.
- No inducir a los diputados, senadores o funcionarios a contravenir las reglas de actuación que les son aplicables en sus funciones.
- Respetar la legislación aplicable a las incompatibilidades de los cargos públicos.
Los profesionales españoles de las RRII, tras los pasos de sus colegas europeos
Hace sólo unas semanas, el Parlamento Europeo aprobó la creación de un registro conjunto para los lobbies y otros grupos de interés que necesiten acceder a la Eurocámara o a la Comisión Europea. Este registro, que entrará en vigor este mes de junio, pretende reforzar la transparencia, además de permitir a los ciudadanos encontrar en un mismo lugar la información relacionada con las personas y organizaciones que están en contacto con las instituciones de la UE.
Además, el nuevo registro combinará los ya existentes del Parlamento y la Comisión, facilitando los trámites a los grupos de interés, que se registrarán sólo una vez. APRI pretende una solución similar para el Parlamento y el Gobierno de España.