La ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES DE LAS RELACIONES INSTITUCIONALES (APRI) nace el 06 de marzo de 2008 con el objetivo de cubrir la existencia de un vacío en España en la representación y asociacionismo de los profesionales de las relaciones institucionales y los asuntos públicos.

APRI es una asociación de ámbito nacional, sin fines lucrativos ni carácter político alguno. Agrupa y representa a todas aquellas personas físicas y jurídicas que tengan como actividad profesional principal las relaciones institucionales, asuntos públicos o lobby, entendiéndose como tal la función de trasladar intereses legítimos a las administraciones públicas en general y en especial a los poderes legislativos y ejecutivos tanto a nivel europeo como estatal y autonómico.

APRI cuenta con más de 100 asociados entre profesionales y empresas quienes abogan por la normalización de la actividad a través de la creación de un registro de grupos de interés, similar al Registro de Transparencia que ya existe ante el Parlamento y la Comisión Europea.

Asociación que apuesta por la profesionalización de la actividad y un ejercicio transparente y ético de la actividad

Desde sus comienzos, la Asociación entiende la profesionalización, transparencia y ética como elementos importantes a la hora de ejercer esta profesión.

PROFESIONALIZACIÓN

Por la necesidad de profesionalizar la actuación de los colectivos y empresas ante las instituciones, ante la creciente complejidad del procedimiento legislativo, con legislación elaborada a varios niveles (comunitario, nacional, autonómico e incluso local).

TRANSPARENCIA

Desde su fundación, APRI ha entendido la importancia de la transparencia para llevar a cabo esta profesión. Las implicaciones en la vida pública del trabajo de los lobistas o los profesionales de las relaciones institucionales y asuntos públicos requieren unos altos estándares de transparencia en el desarrollo de las relaciones con la administración del Estado, así como con otros grupos de interés.

ÉTICA

Ante la necesidad de ejercer la profesión de manera ética e íntegra, APRI ha impulsado la autorregulación del sector a través de la creación de un Código de Conducta interno que firman todos sus socios, y una propuesta de regulación de la profesión basada en la creación de un registro de grupos de interés ante las principales instituciones públicas.