La pasada semana se publicaba el “Índice de Transparencia de las Comunidades Autónomas” (INCAU), elaborado por Transparencia Internacional y presentado en un acto conjunto con la Fundación Ortega-Marañon en Madrid. Según las conclusiones de este informe, Castilla y León, Cataluña y País Vasco son las regiones más transparentes frente a Madrid, Murcia y Canarias.

En Cataluña, en línea con lo anterior, nos encontramos actualmente con la tramitación de la“Proposició de Llei de Transparència, Accés a la Informació Pública i Bon Govern” por el Parlament catalán y que supone un avance substancial en el impulso de políticas y actuaciones en pro de la transparencia y del buen gobierno de las instituciones catalanas.

La ley, elaborada en ponencia conjunta, tiene la firma de CiU, ERC y PP, mientras que el resto de partidos de la cámara, PSC, ICV-EUiA, C’s y CUP han decidido no rubricarla. Aunque ha sido en estos últimos meses donde se ha decidido avanzar en su aprobación por trámite de urgencia, la mencionada Proposición de Ley inició su andadura hace más de dos años con el anterior Gobierno del PSC, Iniciativa y ERC. Texto que desde entonces ha ido transformándose en un proyecto normativo de mayor envergadura debido, entre otros motivos, a las políticas de transparencia impulsadas por el Estado y la Generalitat así como la erosión institucional causada por los casos de corrupción recurrentes en España.

En el proceso de ampliación del ámbito de aplicación de la Proposición de Ley, gracias al trabajo de partidos como Iniciativa per Catalunya, se ha incluido un Título (IV) por el que se crea el denominado “Registro de Grupos de Interés” y que, tal y como establece su artículo 45, supone que “La Administración de la Generalitat, los entes locales y los organismos públicos han de crear el Registro de grupos de interés” a fin de que todas las personas y organizaciones que participen en la elaboración y la aplicación de las políticas públicas para la defensa de intereses de terceros deban inscribirse en este. Inscripción que deberá realizarse cumpliendo una serie de requisitos, entre los que destaca, la adhesión a un Código de Conducta que será objeto de desarrollo reglamentario y que seguirá un enfoque similar al que APRI ha venido defendiendo y al que se adhieren sus socios.

 

La creación del Registro supone un hito en España, ya que el avance realizado por el Parlament de Cataluña es el primero en esta línea realizado en todo el Estado, lo que implica progresar en la regulación y encaje institucional de las actividades de lobby en sintonía tanto con otros ordenamientos jurídicos de nuestro entorno como en la posición que APRI viene defendiendo. Desde la asociación hemos querido participar y aportar ideas a los grupos parlamentarios catalanes implicados y por ello se ha presentado un documento con información y comentarios especialmente referidos al Título IV de la Proposición de Ley. Aportaciones que han subrayado la necesidad de que la creación del Registro, en base a su amplio ámbito de aplicación, se realice con suficientes recursos económicos y tecnológicos para que sea operativo y eficaz, que se realice una mejor delimitación de las exclusiones de inscripción en el Registro de personas dedicadas al asesoramiento jurídico para evitar la no consecución de los objetivos de control de las actividades de lobby pretendidos por la ley y, finalmente, que se impulsen medidas que ayuden a incentivar la inscripción en el Registro, como por ejemplo, que los inscritos interesados puedan tener derecho a una acreditación para tener acceso regular al Parlament y a otros organismos públicos.

 

Miguel Ferrer

Miembro de la Junta Directiva de APRI

y Consultor de Public Affairs en Telam

 

 

 

 

@M_Ferrer_

Tras los cambios políticos en la sociedad española y las últimas elecciones europeas parecen vislumbrarse, tras las próximas elecciones locales, autonómicas y generales, unos parlamentos mucho más fraccionados que los actuales donde será muy difícil construir mayorías estables legislativas y de gobierno, y donde lo más probable será gobiernos en minoría que tendrán que negociar mayorías para cada medida o cada ley.

Acostumbrados a un sistema estable en los últimos años, los lobistas deberemos adaptarnos a los cambios que esto significa, a sus ventajas e inconvenientes. Veamos una primera aproximación.

En muchos parlamentos nos encontraremos con una composición que en muchos casos incluirá:

  • Un partido a la derecha del PP (Vox?);
  • El PP y el PSOE con un número importante de Diputados y Senadores, pero ya muy lejanos de la mayoría absoluta y con la necesidad de varios grupos para formarla, grupos que, posiblemente, optarán por apoyos parlamentarios puntuales negociables;
  • La “izquierda” dividida en, al menos, 4 grupos significativos, a veces en competencia entre ellos (PSOE, IU, PODEMOS y nacionalistas de izquierda) y, por supuesto, más grupos nacionalistas con capacidad de influir sumando fuerzas (CiU? PNV, CC, + ERC, BNG, BILDU)

Esta probable geometría variable para la aprobación de cada ley o, incluso, cada artículo de una ley, serán diferentes, formadas por el apoyo de grupos diferentes en cada caso. Puede darse el caso que, con un mismo gobierno y en una misma legislatura puedan aprobarse leyes de signo político muy distinto.

Esto le da muchas más posibilidades pero hace mucho más complejo el trabajo del lobista profesional. Tendrá más opciones para convencer a diferentes grupos de las razones por las que sus propuestas son del interés general de los ciudadanos y tendrá más posibilidades de sacar adelante una determinada enmienda o, incluso, una determinada ley.

Pero para hacer su trabajo, o bien deberá dedicar muchos más recursos para convencer a grupos muy diversos, con intereses políticos incluso divergentes si quiere tener alguna posibilidad de construir una mayoría favorable a los intereses que defiende; o bien, si dedica los mismos recursos que en esta legislatura, las posibilidades de éxito que tendrá serán muy inferiores a las actuales ya que, hablando con el mismo número de portavoces tendrá acceso a un menor número de parlamentarios, sin mayoría suficiente para aprobar las enmiendas propuestas.

En resumen, más posibilidades de sacar adelante propuestas razonables si se invierte lo necesario para ello y, a la vez, muchas menos posibilidades si se pretende hacer con los mismos recursos que en las legislaturas pasadas.

Así pues, hay que ir aprovechando el tiempo que aún nos queda hasta ese posible escenario político para ir informando a nuestros clientes de dicha realidad e ir preparando las medidas oportunas para poder desarrollar con eficacia nuestro trabajo futuro.

Esteban Egea Sánchez

Secretario de la Junta Directiva de APRI

y Ex Director de Relaciones Institucionales de IBM en España

 

 

 

@eegeas_ees

Pensando en cual podría ser el mayor y mejor referente de lobista sobre el que escribir no me fue difícil decidir. Bastó con echar un vistazo a cualquier portada de los periódicos de los últimos días: nuestro, hasta hace bien poco, Rey y Jefe del Estado Español, don Juan Carlos I.

Y es que nuestro hoy Rey emérito es sin duda uno de los mejores defensores de los intereses de las empresas españolas ante los gobiernos extranjeros. Este es sin duda alguna uno de los principales valores que aporta nuestro monarca frente a otros modelos de jefatura de Estado de países vecinos. Y es que el lobby sirve para muchas cosas, pero una de las más habituales y demandadas es el desarrollo de negocio, y es en esta faceta donde don Juan Carlos I ha demostrado su valía, y lo que para nosotros, miembros de APRI, es aun más importante, ha contribuido a divulgar sobre el valor de nuestra profesión frente a la opinión pública.

El único “pero” que podría poner es el uso de apelativos y términos aun poco claros o descafeinados para referirse a esta labor: relaciones bilaterales España-Cañistán, Encuentros Empresariales de Alto Nivel X, Y y Z, Cumbre de Desarrollo e Inversión, etc. son los términos que podremos leer en los medios, pero de lo que estamos hablando en realidad es de lobby y de desarrollo de negocio e inversión de alto nivel. Ejemplos del ejercicio del lobby de nuestro Monarca tenemos muchos y no voy a usar este post para detallarlos, pero sí para reivindicar más claramente y sin tapujos esta labor de la que nos hace falta más en nuestro país, bien sea dentro o fuera de nuestras fronteras.

Bien es verdad que una jefatura de Estado enmarcada en una Monarquía Parlamentaria como la nuestra debe hacer valer, valga la redundancia, los valores que se le exigen y que tanto seguimos necesitando dadas las circunstancias y compleja coyuntura actual:

  • Independencia política
  • Visión a largo plazo más allá de legislaturas
  • Memoria y sensibilidad histórica
  • Representación política internacional
  • Promoción del “Hipanoamericanismo”
  • Liderazgo militar (por qué no)
  • Representación de intereses nacionales en el extranjero
  • Etc.

Pero de la lista me sigo quedando con el último tipo de trabajo, a la que bien podemos referirnos como “lobista mayor del reino”. ¿Cabría esperar la misma labor de su sucesor, el hoy Rey don Felipe VI? ¿Tendrá en su agenda esta necesaria y digna labor como prioridad para su reinado? Sólo espero que nuestro nuevo Jefe de Estado entienda la importancia de esta labor y que, con un poco de ayuda, algo más de divulgación y apoyo por parte de nuestra asociación, podamos conseguir algo más que éxitos para las empresas españolas: que todo el mundo sepa que hacer lobby es bueno y necesario y que es tan digno que lo hace alguien tan importante como el Rey.

Pedro Fernández

Socio de APRI

y Regulatory Affairs Manager en British American Tobacco

 

 

@Pedro_Fdez_M

Según worldometers.info todos los días se escriben 1.903.210 entradas de blog.

En el momento en el que APRI se planteó la idea de crear un blog, más que buscar el formato, la plataforma más idónea o el nombre que tenía que tener, la pregunta inmediata fue: ¿para qué queremos un blog? De hecho, de entre una multitud de blogs dedicados a temas muy variados, incluso sobre el universo de los public affairs, el objetivo de crear el blog de APRI no podía ser el de estar por estar. O el de tener un blog porque todo el mundo hoy en día tiene un blog. La idea era más la de crear un lugar donde dar nuestra contribución al debate público expresando nuestra opinión, dejando una pequeña huella en la red a través de una especie de diario.

Cuando me preguntan qué es APRI, más allá de describirla como la asociación que representa al colectivo de lobistas en España, siempre contesto que lo que es o que quiere ser es “un punto de referencia para aquellos que ejercen o quieran ejercer la profesión del lobista”. Igual que APRI, este blog quiere ser un diario en línea que sirva como punto de referencia para reflexionar sobre la actualidad política, social, empresarial y económica española. Este primer post, como técnicamente se le llama al artículo de un blog, lo queremos dedicar a nuestros asociados y a la gran labor que hemos desarrollado juntos desde el año 2007 para sacar esta profesión del gran desconocimiento que la opinión pública tiene sobre el sector.

Hemos luchado y seguimos luchando para que la actividad del lobby en España se normalice, esté regulada y tenga finalmente un reconocimiento público. Lo hemos hecho y lo seguimos haciendo a través de todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Y bajo ese punto de vista creemos que internet y sus numerosas aplicaciones no pueden ser otra cosa que un arma muy potente para marcar nuestra presencia en este camino que muy pronto, espero, nos deje pasar a la siguiente fase del lobby español a través de su regulación en el Congreso.

Queda mucho por hacer, incluso en países donde la representación de intereses lleva décadas siendo regulada. Pero queremos marcar ese camino, construyendo una casa donde todos los profesionales de las relaciones institucionales puedan coexistir sin sentirse huérfanos. Esa casa, desde 2007, se llama APRI. Y a partir de hoy, tiene un lugar en la web donde expresar sus opiniones.

María Rosa Rotondo

Presidenta de APRI

y Socia Directora de Political Intelligence

@mrrotondo